El tren conmigo solo pasa una vez...

Hace un año conocí a un grandullón rubio con el que jugar.
Un chico con el que bailar un par de veces. Con un secreto que callar. 
La locura de aquellos dias me hizo disfrutar, vivir sin pensar, y reír sin llorar, no estuvo mal.

Aunque quizás por eso perdi un lugar en el destino del chico azul, aquel que me volvió a dar vida y despertó en mi cosas que ya no creía que voviera a sentir. 

La vida, que cosas tiene... 

Quizás sea cierto, o tal vez sea una fantasía... 

Me gusta soñar y besar de verdad.


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